6/6/09

Descripción del recorrido

Una soleada mañana de Jueves Santo, con una temperatura ideal para hacer un recorrido por la montaña, nos reunimos un grupo cercano a las 50 personas en esta población. Era el 9 de abril del 2009, a las 9 de la mañana.
No era un día cualquiera, era el XX aniversario de una marcha que se al principio se iniciaba cada Jueves Santo en Logroño y acababa en Laguna. Este día comenzaba con unos propósitos más modestos (unos 16 km. en total), pero con una compañía más numerosa que entonces: La reducción del recorrido y la difusión durante estos últimos años ha ido aumentando la participación y la singularidad de cada trayecto anual.
Los “Amigos de la Casa del Tío Liborio” un año más, han diseñado el recorrido y han hecho posible que cada año se añadan senderistas nuevos como quien os presenta aquí el recorrido de la marcha.
El itinerario se inició después de la foto inicial de rigor. Continuamos por las empedradas calles del pueblo en dirección noroeste, pero debido a la rapidez inicial apenas pudimos ver los escudos y demás detalles de la arquitectura que jalonan sus calles.
Al principio la pendiente es continua, poco a poco Laguna se va haciendo invisible al quedarse en la hondonada y, según vamos subiendo, divisamos mejor los montes de alrededor.
Como la cuesta se hace sentir y los latidos del corazón ya se detectan, hacemos un alto en el camino en “Santa Marina” para respirar un poco y, seguimos después subiendo hasta llegar al paraje de “Las Minas”.
Continuamos con un pequeño descenso hasta llegar al arroyo de Tejada, que me trae a la memoria la historia del Solar, que tantos descendientes dejaron sus primitivos moradores, no solo en estos pueblos cercanos, (ver El Solar de Tejada y Lumbreras) sino y sin exagerar, en todo el mundo. Un poco después nos reunimos para agruparnos en la pista arreglada en los últimos años que conduce al Solar.
Y a continuación empezamos una subida no muy pronunciada, pero sí un poco larga, hasta llegar a “Admuel”: Un prado histórico y singular utilizado en la antigüedad por los ganaderos para sus encuentros.
Este punto tiene unas vistas excepcionales sobre parte del Valle del Iregua: Destaca la visión de Ortigosa y El Rasillo y abajo, relativamente cerca, Pinillos.
Tomando un pequeño respiro, continuamos dirección suroeste ascendiendo ligeramente entre los límites de Almarza y Laguna, pasando en ocasiones la alambrada y llegando no sin tardar mucho, a un magnífico y gran robledal, muy apropiado para que la vista disfrute y las fotografías nos recuerden los abundantes y originales ejemplares de robles centenarios, que existen.
Un poco más adelante llegamos a la cima más elevada del trayecto. Se pueden divisar San Lorenzo, Cebollera (el Pico y La Mesa) y los Picos de Urbión, con sus correspondientes capas de nieve.
La amplia Cañada Real Soriana Oriental (Ramal de Clavijo o Cañada Real de Clavijo) testigo de tantos años de trashumancia contribuyó a dirigirnos con seguridad hacia el punto más lejano de la marcha: “La Venta de Codés”.
Una especie de amplio majadal a 1390 m. de altitud, donde pudimos ver los restos de esta Venta. Almorzamos y descansamos convenientemente para luego continuar el descenso. Y mientras almorzábamos subieron desde Laguna y con dirección a Villanueva otros senderistas que viniendo por otro camino tenían como paso obligado este lugar.

La vuelta no fue por la vereda tradicional que utilizaron estos senderistas, sino dando un poco más de vuelta para aprovechar las buenas vistas. Pronto llegamos a una zona rocosa donde dicen que vivió escondido durante la Guerra Civil un laguchino perseguido.
A continuación, por una bajada pendiente y sin apenas sendero, llegamos a una pradera cercada que alimentaba a ganado vacuno y que nos aproximaba a la carretera San Andrés – Laguna. Un poco más adelante nos juntaríamos todos antes de llegar de nuevo al pueblo.
Y una comida en la Hospedería Rural de Camero Viejo sería el colofón para algunos de los participantes.

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