15/12/09

EXCURSIÓN AL ACHICHUELO (Agosto 2009)

El Achichuelo


RECORRIDO: LUMBRERAS – EL ACHICHUELO
Llegó el día 11 de Agosto y como cada verano por estas fechas, un grupo de personas más o menos numeroso de Lumbreras, nos animamos a hacer un poco de ejercicio para recorrer parte de un camino milenario importante, este año “La Calzada o Vía Romana” hasta Villoslada, continuando después con el “Sendero de la Virgen”, hasta El Achichuelo.
Después de una foto del grupo, en la parte sur del pueblo, donde empieza la Calzada Romana que nos conducirá hasta Villoslada, empezamos la marcha. Pasamos al lado de los antiguos molinos, casi todos caídos por los años y por su ya olvidada historia; cruzamos la N-111, y llegamos por la ladera a un camino estrecho, pero muy limpio, que nos conduciría hasta la parte superior de una desecada.
A continuación salimos al camino forestal que lleva hasta el bello paraje de La Nava, ahora seco y agostado ofrece una visión muy diferente a la del invierno y primavera, que casi siempre es una laguna, por la abundancia de agua que acoge: La Laguna de la Nava.
Poco nos costó llegar a la portilla, que nos adentró en el término de Villoslada; pero más interesante fue pasar por un trayecto empedrado de Calzada Romana; es de los mejores conservados de La Rioja, y nos remonta como si se tratara de una lectura de un libro, a otras épocas, ahora con pinos alrededor nos impide verla de lejos, algo que hasta hace poco más de 100 años posiblemente pudiera suceder, pues el pino entonces aún no se había extendido por esta zona.
Poco tardamos, después de bajar una pendiente en llegar a un camino que nos condujo a Villoslada. Nada más pasar por el lado del frontón, seguimos el camino, a la izquierda, por el “Sendero de la Virgen”, y continuando con un ligero ascenso, llegamos a la sombra donde “tocaba” almorzar.
Tras un pequeño descanso merecido, reiniciamos la marcha continuando por el mismo sendero. Tras algunos arroyos, un pequeño puente de madera, varias intersecciones de caminos, por este sendero, a veces más amplio y otras más estrecho, llegamos al lugar de destino: El Achichuelo. Aunque algunos se animaron y subieron a Lomos de Orios, la mayoría preferimos disfrutar del paisaje del lugar y no cansarnos más.

Gracias a las mesas y sillas traídas por Lucio, pudimos descansar, comer, conversar y algunos jugar a las cartas, con comodidad, para tomar fuerza e iniciar la vuelta por la tarde. Aunque algunos prefirieron hacerlo en vehículo, otros que por la mañana no lo hicieron se animaron a hacer la vuelta caminando.
Y por el mismo sitio, y con el mismo ánimo se realizó el regreso ahondando un poco más en el conocimiento del “Sendero de la Virgen” hasta Villoslada y por “la Vía Romana” desde Villoslada hasta Lumbreras.
Una merienda-cena en San Martín fue el colofón de la jornada.