12/4/10

XXI MARCHA DEL JUEVES SANTO EN LAGUNA. Año 2010.

XXI MARCHA DEL JUEVES SANTO EN LAGUNA


Llegado el día de Jueves Santo, 1 de Abril a las 9 de la mañana, como cada año, nos fuimos concentrando a lo largo de la Carretera los participantes de la Marcha. Este año, posiblemente debido al frío, ya que por la noche ha nevado, el número de senderistas ha disminuido: Solamente 25. No obstante, a pesar del fresco de la mañana y de las posibilidades de encontrar agua en las hierbas y matorrales del camino, los que no llevábamos polainas, no por ello nos acobardamos. La verdad es que el comienzo de la marcha fue muy bueno pues mejoró la temperatura y el ánimo consecuentemente. Pasamos por Ribacinto y el Barranco de Los Lobos hasta llegar al Arroyo de Tejada. Pasamos por El Solar y después por “Los Villares”, momento en el que Ángel Iñiguez aprovechó para contarnos la leyenda según la cual los árabes, del ejército de Abderramán, cuando huían por estas tierras dejaron abandonado un tesoro en una cueva, que al parecer se hundió. Cuentan que hace unos años se estuvo excavando para ver si se encontraba dicho tesoro, pero no sabemos si hubo resultados o no los quisieron desvelar.
Poco después llegamos al Barranco de Velandia y después de un pequeño respiro iniciamos una larga subida por una especie de cortafuegos por el límite entre Muro y el Solar. Después de la subida pudimos recuperarnos en una pradera, El Boquerón, para volver a continuar y llegar al primer remanso de agua: La Laguna Taponera. Magníficas las fotos que, con varias cámaras, nos hizo Ángel Iñiguez: El reflejo captado de la sombra de los árboles, como podemos comprobar, ha quedado estupendo.
Un poquito más arriba llegamos a la Laguna más grande, un enclave de gran belleza llamado Pozo Argayo.
Subiendo un poco y ya muy cercana encontramos la Cañada o Camino Real que siguiéndolo en dirección sur nos permitió ver una Iglesia, la de Pinillos: Señal inequívoca de que nos encontrábamos en Admuel.
Como llegó el momento de “repostar”, buscamos el agua de un bebedero y a su alrededor pudimos además de descansar, almorzar tranquilamente.
Al rato, iniciamos la vuelta. Seguimos por el Camino Real, al principio entre hayas, aunque un gran robledal con muy buenos ejemplares nos acompañó hasta casi llegar a la Venta Caída.
A partir de aquí iniciamos, con un gran descenso, una bajada pronunciada por el Barranco de La Taina hasta Los Llanos de Cavín, por donde pasa la Carretera del Solar: Un lugar donde pastaban las vacas y dónde la manzanilla, los años con predominio húmedo, sirve de aliciente para darse un paseo desde Laguna.
A partir de aquí, dando la vuelta a la montaña por la parte noreste de Laguna, nos encontramos con el peor camino del día: Un sendero de barro y piedras de casi un kilómetro que pudimos salvar pisando en estas últimas, hasta llegar a Las Minas, que en otros tiempos parece que sirvieron para obtener cobre por estos lares. Y finalmente, desde Peña Marina iniciamos el último tramo de la ruta para llegar a nuestro lugar de partida: Laguna.